lunes, 22 de mayo de 2017

Nagore (Valle de Arce), soto fluvial

Soto fluvial con humedad reciente y solo paseando muy despacio y mirando bien encontramos algunas especies de hongos interesantes.

Sin duda la más agradecida y más propia de la época la morilla, Morchella esculenta, en una de sus múltiples formas.


De manera dispersa, pero no escasa una especie bastante tóxica, el Paxillus involutus.


En zonas muy humíferas los hongos más típicos de zonas nitrófilas como el Coprinellus micaceus, tóxico si se consume con alcohol, pro en general sin interés culinario por los fugaz de los carpóforos.


El mayor número de hongos los hemos encontrado sobre excrementos y en madera, entre los primeros y por supuesto sin interés culinario la de mayor porte observada es la Protostropharia semiglobata = Stropharia semiglobata, de sombrero muy viscoso.


De gran interés micológico pequeños apotecios en forma de pequeños discos amarillos de 2 a 4 mm, la Cheilymenia granulata.


Y solo observando los excrementos con lupa y a veces mezclada con la anterior uno curiosos hongos Zigomicetos, el Pilobolus crystallinus de aspecto cristalino que almacena las esporas en una bolsa negra en forma de lenteja que en la madurez lanza con fuerza debida a la presión hidráulica de la bolsa que tiene debajo.


También en áreas muy nitrófilas, aunque no directamente sobre excrementos una seta muy delicada la Parasola auricoma para cuya definición segura es necesario verle al microscopio los pelos de la cutícula.


Sobre los troncos muertos y en descomposición no podía falta el típico yesquero, Fomes fomentarius y también el Fomitopsis pinicola.


Y grandes agrupaciones de la seta gelatinosa de los troncos, Auricularia mesenterica.


Y por último no podía falta en los prados los corros de brujas de la deliciosa senderuela, Marasmius oreades.