jueves, 28 de diciembre de 2017

Sierra de Izko (24/12/2017) Pinar carrasco

Aunque de manera muy dispersa y en escasa abundancia encontramos fructificaciones de hongos y algunas de gran interés, la mayor parte en los claros de hierba.
 Una de las especies más típica del invierno la Melanoleuca excissa, de coloración beige grisácea en sombrero y pie y esporas amiloides.
 También muy típica de invierno la variedad de pie azul de los pinares, la Lepista sordida de sombrero muy higrófano.
 Y por supuesto la más apreciada por los micófagos, la negrilla de pino, Tricholoma terreum.
 Nos ha sorprendido una especie poco conocida y poco frecuente, pero típica de los pinares, Macrocystidia cucumis de grandes cistidios por todas sus superficies y un pronunciado olor a pescado muy peculiar y desagradable.
 En general pasa desapercibida por su pequeño tamaño, Tubaria romagnesiana.
 La mayor sorpresa del día nos la dio esta especie que a primera vista la tomamos por un entoloma, sin embargo ha resultado una especie rar y primera cita para la Comunidad Foral de Navarra, Mycopan scabripes, hongo próximo al género Mycena, con esporas no amiloides y grandes cistidios en forma de puro.
 Sobre ramitas en descomposición es más frecuente de lo que pensamos aunque no nos fijamos en ella, Galerina badipes, de pie oscuro, a veces adornado con pequeñas bandas o incluso un anillo rudimentario.
 Entre la hojarasca por el contrario llama la atención por su color azulado y viscoso la Stropharia aeruginosa.
 Sobre la hojarasca de unos hayedos de lo alto de la sierra nos ha sorprendido la oreja de asno, Helvella crispa, característica por su forma.
 Muchas especies encontramos sobre restos de madera, especies lignícolas, entre ellas la Xylaria hypoxylon, en su forma asexual con la extremidad blanca y pulverulenta de esporas asexuales o conidios.
 También sobre tocones diversos yesqueros, el más llamativo el Trametes hirsuta.
Y por último terminamos este pequeño reportaje con una curiosidad observada sobre ramitas de haya de la parte alta del monte con fuerte escarcha. Unas estructuras filamentosas de hielo que desarrolan sobre ramitas y que parece que su formación está relacionada con la presencia de algunos hongos y en particular con la Exidiopsis effusa, (aunque nosotros no la hemos observado en lasa ramas), ver información.

Relación de especies observadas

Baeospora myosura, Calocera cornea, Chroogomphus rutilus, Exidiopsis effusa, Fomitopsis pinicola, Galerina badipes, Geastrum rufescens, Gymnopilus penetrans, Helvella crispa, Hypholoma fasciculare, Inocybe flocculosa, Inocybe rimosa, Lacrymaria lacrymabunda, Lepista sordida, Lycoperdon perlatum, Lyophyllum decastes, Macrocystidia cucumis, Melanoleuca exscissa, Melanoleuca graminicola, Mycena vitrea f_bisporica, Mycopan scabripes, Russula sanguinaria, Schizophyllum commune, Stropharia aeruginosa, Trametes hirsuta, Tremella mesenterica, Tricholoma sudum, Tricholoma terreum, Tubaria romagnesiana, Xylaria hypoxylon

miércoles, 20 de diciembre de 2017

Uterga (17/12/2017) Carrascal.

Con las nieves y las últimas lluvias un buen número de especies empiezan a dar sus frutos y como es típico en las comunidades mediterráneas de carrasca son los cortinarios los más destacados.
Sin duda la especie más interesante que hemos encontrado es el Cortinarius caligatus, de láminas lilas y pie recubierto de bandas escamosas donde se quedan las esporas.
 Muy parecido pero sin bandas en el pie tan pronunciadas y con una coloración más amarillenta, el C. variiformis
 De coloración de sombreo también amarillenta e igualmente láminas lilas o azuladas, pero con un grueso bulbo marginado en la base, Cortinarius callochrous.
 Una especie de sabor muy amargo y láminas muy oscuras tirando al grisáceo, Cortinarius infractus, típico también por el color amarillo que da el sombrero con la potasa.
  E igualmente el Cortinarius infractus forma subhygrophanus, una variedad muy común con sombrero higrófano de manera que suele presentan en los bordes una banda más oscura.
 Con su colorido rojizo y el centro más oscuro, la Russula atropurpurea, de láminas y esporada blanco puro y sabor picante.
 Y por el contrario con sombrero blanco, la Russula delica no es picante y por tanto se puede comer.
 Pocas veces falta en los bosques mediterráneos esta variedad de llenega, el Hygrophorus leucophaeo-ilicis, característico por su colorido blanco con el centro muy contrastado de marrón rojizo.
 Dos especie muy parecidas y afines, una muy común como el Gymnopus dyrophilus, de láminas blancas.
 Y otra mucha más rara, de sombrero más oscuro y sobre todo láminas igualmente más coloreadas, el Gymnopus hybridus.
 Es raro que falte entre la hojarasca la negrilla de las encinas, Tricholoma atrosquamosum, por supuesto comestible.
 Y tampoco la abundantísima y de gran valor culinario, Lyophyllum decastes.
 Y terminaremos con dos especies de más interés micológico de gastronómico, la micena de las cortezas, Mycena meliigena.
Y una diminuta galamperna mortal, la Lepiota pseudolilacea, que no pudimos hacerle la fotografía in situ y realmente es una especie rara y muy peligrosa.

Relación de especies observadas

Agaricus campestris, Astraeus hygrometricus, Clitocybe dicolor, Clitocybe gibba, Clitocybe nebularis, Cortinarius caligatus, Cortinarius callochrous, Cortinarius holophaeus, Cortinarius infractus, Cortinarius infractus f_subhygrophanus, Cortinarius stillatitius, Cortinarius trivialis, Cortinarius variiformis, Crepidotus variabilis, Crinipellis scabella, Cystoderma amianthinum, Gymnopus dryophilus, Gymnopus hybridus, Hebeloma crustuliniforme, Hygrophorus leucophaeo-ilicis, Hygrophorus russula, Lactarius chrysorrheus, Lepiota pseudolilacea, Lepista nuda, Lycoperdon perlatum, Lyophyllum decastes, Marasmius splachnoides, Mycena meliigena, Mycena pura, Mycena vitrea f_bisporica, Radulomyces molaris, Rhodocollybia butyracea, Russula atropurpurea, Russula delica, Stereum hirsutum, Tremella mesenterica, Tricholoma atrosquamosum, Tubaria romagnesiana, 

viernes, 15 de diciembre de 2017

Valdorba (10/12/2017) Pinares carrascos.

Tras la desaparición de la nieves en zonas con pocas heladas como las Valdorba  muchas especies de hongos presentan una explosión de fructificaciones.
 Una interesante especie comestible, la Corona de Álava, Clitocybe alexandri, de aspecto parecido a una pardilla, pero de láminas más coloreadas.
También de gran valor culinario el Clitocybe costata, pariente cercano de la urrilzizas o plateras.
 Sin embargo las más frecuentes observadas no son precisamente comestibles, el caso del Clitocybe dicolor, una especie de sombrero muy higrófano y láminas blancas y luego un poco grisáceas.
 Ni tampoco es comestible el clitocibe de olor desagradable, como de gallinero, Clitocybe hydrogramma, también de sombrero muy higrófano.
 Entre los musgos desarrolla en estas fechas una pequeña patita de rata de porte muy delicado, Phaeoclavulina flaccida = Ramaria flaccida.
 Sobre ramitas semienterradas de pino es bastante abundante por estas fechas la Galerina badipes, una especie muy próxima a la G. marginata y también mortal como ésta, que presenta una anillo menos desarrollado, una coloración más viva y restos fibrilosos en la parte baja del pie.
 También sobre ramas en descomposición una especie típica de las ramas y troncos en descomposición de pino, Gymnopilus penetrans, de sabor amargo.
 Y como casi siempre las especies más interesantes son las más pequeñas como la Mycena metata, para cuya identificación y valoración hay que echar mano al microscopio.
 También la colibia de la piñas, Baeospora myosura.
Y terminaremos con una de las más pequeñas, pero llamativas por su color muy blanco que destaca entre la hojarasca, Hemimycena lactea.

Relación de especies observadas

Astraeus hygrometricus, Baeospora myosura, Clitocybe alexandri, Clitocybe costata, Clitocybe dicolor, Clitocybe hydrogramma, Crinipellis scabella, Dacrymyces stillatus, Galerina badipes, Galerina tibiicystis, Gymnopilus penetrans, Hemimycena lactea, Mycena metata, Mycena seynii, Phaeoclavulina flaccida, Stereum gausapatum, Suillus granulatus, Tremella mesenterica, Tricholoma terreum. 

martes, 5 de diciembre de 2017

Acedo (3/12/2017) Carrascales

En los pequeños claros que va dejando la nieve al deshelarse brotan con fuerza las pequeñas setas de la hojarasca y de la madera.

 Al desaparecer la nieve estimula la fructificación de algunos hongos de las hojitas como es el caso del marasmio de las hojas de roble, Marasmius splachnoides..
 Y junto al él otro muy parecido, pero de pie marrón y velloso, Crinipellis scabella.
 Mucho más raro e interesante el Gymnopus hybridus, especie poco conocida y con frecuencia confundida con otras afines como el G. dryophylus o el G. peronatus.
 Mucho más común encontramos la estrella de tierra higrométrica, Astraeus hygrometricus.
 Los restos de bellotas en descomposición son un auténtico cultivo de Hymenoscyphus fructigenus en cuanto desaparece la nieve.
 Y también sobre las ramitas despiertan muchos pequeños hongos como el Crepidotus variabilis.
 La siempre presente Tremella mesenterica.
Y terminamos con la especie menos conocida y relativamente rara el Stereum rugosum.
La principal característica de este estéreo que lo diferencia de otros más comunes es que al partir y herirlo con una navaja desprende un líquido rojo como sangre.

miércoles, 29 de noviembre de 2017

Valle de Ollo (26/11/2017) Carrascal

Cuando no encontramos setas en el suelo es momento de mirar a las ramas, cortezas y troncos muertos que mejor conservan humedad y nunca defraudan..
 Desarrollando entre la humedad que conserva los musgos de las cortezas encontramos varias micenas cortícolas como la Mycena alba = Phloeomana alba.
 Frecuentemente confundida con la Mycena pseudocorticola para cuya diferenciación hay que acudir al microscopio y comprobar que cómo son los cistidios, en esta especie ni digitados.
 Muy parecida pero con más colorido marrón rojizo la Mycena meliigena = M. corticola, con unos precioso cistidios en brocha.
 Presenta unas pocas láminas adnatas.
 Con una colorido mucho más llamativo y pie mucho más largo la Mycena acícula, muy parecida ala Gerronema fíbula que presenta láminas decurrentes.
 Pequeñas masas gelatinosas de Dacrymyces stillatus.
 Y sin duda la especie más grande y más peligrosa, mortal, la Galerina marginata provista de un anillo en el pie.
 Y por supuesto son muchos los Afiloforales en forma de costra que encontramos, entre ellos destacaremos dos con himenio en aguijones, el Radulomyce molaris.
 Y con aguijones más finos y esporas más alargadas y cilíndricas la Hyphodontia quercina.
Más rara y con himenio formado por poros la Kneiffiella flavipora que como en las anteriores requiere el microscopio para ver sus diminutas esporas.
 Y entre las pocas especies observadas en suelo destacaremos la estrella de tierra higroscópica, Astraeus hygrometricus, cuya envuelta externa o peridio se revuelve hacia dentro cuando se seca.
 La Galerina vittiformis entre los musgos donde se conserva el mayor grado de humedad.
Y terminaremos este recorrido con el regalo para el estómago la galamperna, Macrolepiota mastoidea.

Relación de especies observadas.

Astraeus hygrometricus, Byssomerulius corium, Clitocybe nebularis, Dacrymyces stillatus, Daedaleopsis nitida, Galerina vittiformis, Gymnopus dryophilus, Hymenoscyphus fructigenus, Hyphodontia quercina, Kneiffiella flavipora, Lepista nuda, Lycoperdon umbrinum, Macrolepiota mastoidea, Mycena acicula, Mycena filopes, Mycena meliigena, Mycena vitilis, Peniophora quercina, Phloeomana alba, Radulomyces molaris, Rhodocollybia butyracea, Sarcoscypha coccinea, Stereum hirsutum, Trametes versicolor, Tremella mesenterica,