lunes, 23 de junio de 2014

Echarri - Aranaz. 22/6/2014

Por fin parece que tímidamente empieza a mover la micología de primavera y que las tormentas primaverales están haciendo su efecto. Aunque en muy reducida representación ya hemos podido observar algunos representantes de las familias más tempraneras, Boletáceas, Amanitáceas y Russuláceas.
El hongo negro u ontobelza, Boletus aereus, empieza a aparecer aunque difícil verlo y máas dificil recogerlo por la presión que sufre.
Junto al éste el más típico de esta zona y el que suele aparecer primero, el Boletus reticulatus, u hongo de primavera, ontozuri
 
Con menos interés gastronómico, pero más bello quizás que los anteriores el Boletus ferrugineus, hongo de grandes poros poligonales con un ligero azuleamiento y con un sombrero que recuerda al Boletus pinophilus
Y como muy especial, el hongo de rey, Boletus regius, un precioso hongo carmín de poros, pie y retícula amarilla que no azulea y un excelente comestible
Entre las amanitas, las primeras que acompañan a los Boletus, la Amanita excelsa con sus dos variedades la excelsa y la spissa que mostramos en la foto, ésta última de pie engrosado hacia la base y la primera cilíndrico. Junto a ellas por supuesto no ha faltado la Amanita rubescens.
Las Russuláceas, los "gibelurdiñes" en sentido popular, también empiezan a aparecer, el primero que hemos visto bastante bien representado es el Lactarius piperatus, de láminas muy apretadas y abundante leche blanca muy picante. También hemos visto el Lactarius acris de leche blanca que se pone rosa en menos de un minuto.
Y por supuesto también han empezado a mover otras menudencias, de gran interés para los verdaderos micólogos, como el Marasmius splachnoides, entre otros.
Otras especies de interés observadas: Cortinarius rubicundulus, Leccinum pseudoscabrum, Megacollybia platyphylla, Cantharellus cibarius, rebozuelos o zizahori que localmente ya empiezan a aparecer con cierta abundancia, Polyporus tuberaster, Hypholoma fascicularis, etc.







miércoles, 4 de junio de 2014

Urdiain . 1/6/2014

Robledal abierto con suelo herboso a los lados de la carretera a las piscinas de Urdiain. Mucha humedad pero prácticamente nada de hongos, todavía no ha movido a pesar del tiempo y la humedad. sin considerar las típicas setas de los tocones y ramas, yesqueros, Afiloforales, y estromas viejos de Ascomicetos, unas pocas especies.
El Simocybe centunculus, una rara especie de troncos o incluso de suelo, que recuerda a un Pluteus, pero de esporas ocrácea y peculiares características microscópicas.
También sobre ramas y troncos, el Marasmiellus rameales, pequeñas setitas, de láminas blancas y consistencia más bien dura.
Una rara especie que fructifica entre los carbones de una vieja fogata, el Inocybe splendens, de pie blanco pulverulento en toda su longitud y con un bulbo marginado en la base.
Sobre los troncos quemados la Calocera cornea, como pequeñas lombrices amarillas vivas y viscosas que asoman de las ranuras.
Sin embargo la especie más interesante es de las que pasan desapercibidas, estas costras de la madera si bien a simple vista no llaman la atención y parecen todas iguales en realidad son diferentes y cuando las observamos con detalle resultan a veces espectaculares como ésta el Subulicystidium longisporum con unos cistidios como lanzas que sobresalen verticalmente y unas esporas alargadas y retorcidas como lombrices que parecen más ascosporas que basidiosporas.
La fina película blanca está completamente recubierta de una lanzas, cistidios, recubiertas de cristales.